sábado, 11 de febrero de 2012

UNA SEMANA DIFÍCIL

Estamos en crisis, lo sé. Nos sentimos mal por muchas cosas que nos suceden en la vida y que nos hacen plantearnos lo que tiene sentido o no.
La semana ha sido muy larga.

Martes me pillo los dedos con una silla rota en un restaurante, y en el mismo local, me hago un cortecito en la otra mano por una copa.

El mismo martes, con mis dedos vendados, hay un cambio en mi jornada laboral que me confunde.
El miércoles, un profesor de autoescuela, provoca mi suspenso definitivo (hasta nueva orden) en un examen de conducir, actuando con maldad, alevosía y premeditación. Esto provoca frustración, decaimiento, dolor desmesurado, estrés, nerviosismo, angustia. Mi esposo sufre conmigo. 
Jueves continuamos con la angustia, pero tengo a mi esposo y unos amigos (Emilio, Edi, Cleo, Alicia, Gabriel, Noemi y Valentina) que consiguen que se me olvide toda la angustia temporalmente con un ágape digno de reyes. Un oasis en un desierto con cena, alegría y ... caipiriñas. Y la canción de Bartolo en honor a mis amigas brasileñas e italianas que estaban conmigo. Una simpática broma, que con una grabación, me puede salir cara :)

Mi mente se va suavizando... Una comida con mi amiga Ali en un Dinner que han puesto nuevo, un café con ella y con mi amiga Ire, un poco de karaoke y el trivial en la Wii. Entre medios hay charlas y hablamos de frustraciones y cosas buenas. Me dicen que veo las cosas muy negativas: las relaciones, los conflictos, lo sucedido esta semana... y en mi fuero interno sé que es verdad, pero en el externo también me doy cuenta de que tengo motivos para estar negativa... no me encuentro bien. Mi tristeza continúa. Además, el nerviosismo de la espera de las calificaciones de exámenes y portafolios... Empezar y no acabar.

Pero agradezco a Ali e Irene estos momentos de amistad verdadera, y la alegría de saber que nuestras penas, si estamos juntas, se diluyen como la sal en el agua. 
Aún queda el fin de semana. Me invitan a un partido del Cajasol (Banca Cívica)-Real Madrid... Espero que ganemos en casa... por una vez me siento de un equipo deportivo. Eso no pasaba desde que mis hermanas jugaban en el Medicina Oximper en los años 70 o que me sabía cantando los jugadores del Real Madrid de Basket de 1982.
Espero siga mejorando la semana, porque el comienzo ha sido un desastre. El final... después de un jueves-viernes muy bueno... tiene tendencia a ser bueno. 

Por lo pronto, hace unos días ha llegado al mundo mi sobrina número 19 (de familia en general) y 2 (de familia política)... que será mi ahijada... Ana... 

Otra alegría es que en enero llegó de Estados Unidos, después de mucho tiempo, mi sobrina y amiga Berta, que su abrazo ha sido esta semana tan valioso como el de mi marido y el de mi madre... 
Espero que estos días los pase con ellas también.
Ah, por cierto. Ayer también tuve dos anécdotas divertidas (aunque a PP no le pareció tanto, sobre todo la primera). Me equivoqué y me puse una lentilla mía y una suya... (Provocó que tuviera que tirar las suyas)... Y de un estornudo, hablando por el fijo, salió disparado el teléfono inalámbrico hacia arriba, me golpeó la cabeza, se cayó al suelo... y... menos mal que el único daño fue el de mi cabeza... el teléfono sigue vivito y coleando.
La vida es una caja de bombones... lo malo es que hay semanas que te tocan de coco y canela, y a mí me repugnan.

1 comentario:

  1. Eh, que si me pareció divertido, pero prefiero que el teléfono sobreviva y que remates con otra cosa, cielo.

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